Jesús no es un Prozac.

Primera parte,
Mi falsa idea "Cristianos al filo del pecado".

 Después de compartir con varios amigos de la fe y analizando la manera en que predicamos a los no creyentes, me he dado cuenta que, en ocasiones, pintamos un evangelio nice y sin problemas. Primero a nosotros mismos y luego a los demás. Como si Dios fuera una pastilla.

La verdad es que, en mi caso, todo comienza porque utilizo tanto tiempo en disparates que no puedo sembrar el poder de Dios en mi vida. Por ejemplo:

 
Esto es Super Street Fighter IV, un juego de Ps3 que consiste en darle golpes a otro muñeco hasta que se le "salga el bofe". Pero al mismo tiempo, en el juego hay muchachas así:

...Y esta es una foto sana.

He pasado 5 horas en un solo día jugando este juego. Uno se divierte bastante, se da pila de golpes, se incomoda cuando le ganan y ve mujeres en diversas posiciones sin percatarse exactamente de que eso influye en nuestro inconsciente, Etc.

Otras veces me pongo a ver esto:

Una serie en la que los protagonistas pelean hasta más no poder y que son mitad "ángeles" mitad "arrancar" o una especie de demonios en otras palabras.

Y llega a un punto en el que he malgastado muchísimo tiempo en estas cosas. Pero, ¿Dónde está Dios aquí? Luego, en la noche en vez de orar, antes de dormir, lo que me pasan son imágenes de esto en la cabeza y soy tan inocente que me pregunto, ¿Por qué se me hace tan difícil orar?

Otras veces, lo que nos pasa es que hacemos un hábito hablar de otras personas y criticar lo que hacen, ver muchachas o muchachos en facebook todo el día, hablar porquerías que no edifican todo el tiempo, cantar y escuchar canciones que no glorifican a Dios la mayor parte del tiempo, ver programas que solo dicen malas palabras o programas con un nivel alto nivel de morbo, relajar a otros, discutir con otros, robar con la piratería, ser unos vagos cuando Dios nos mandó a ser diligentes, Etc.

Pero, ¿Por qué se me hace tan difícil alejarme de esto? Creo que porque me pinté a Dios como una pastilla y otras veces como una tarea. Era algo así; haz todo lo que no sea pecado, ora, lee la Biblia y Dios resuelve. Pero si el 50% de mi tiempo son nimiedades que no edifican, ¿Hacia dónde voy en la vida?

Mateo 10:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos:  Si alguno quiere venir en pos de mí,  niéguese a sí mismo,  y tome su cruz,  y sígame.

Mat 10:38 Quien no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.

¿Qué significa no tomar la cruz?

Sabemos que la cruz era un instrumento de tortura, al parecer de orígen persa, que los romanos usaban para infligir la pena de muerte; el condenado mismo tenía que llevar a cuestas su cruz o, más bien, la viga transversal de ella, hasta el lugar de la ejecución. Por medio de esta imagen Jesús prepara a sus discípulos para enfrentarse a la muerte y hasta para considerarse ya muertos respecto de sí mismos y del mundo. También para los judíos, la cruz era motivo de escándalo (Gá 5:11). Con esta frase Jesús enfatiza que un discípulo debe hacer entrega total de su vida.(1)


¿Entrega total de mi vida?, ¿Exactamente qué es lo que quiere Dios que yo le entregue?

Juan 12:25 El que se apega a su vida la pierde;  en cambio,  el que aborrece su vida en este mundo,  la conserva para la vida eterna.

¿Como sé cuáles cosas me hacen daño?  Y ¿Qué me impide entregarme por completo?

Estas cosas son ilusorias ya que muchas veces no son un pecado persé y lo dejamos pasar. En mi situación, estoy aprendiendo a hacer caso al espíritu que mora en mi, que me grita constantemente que hay algo que me hace daño, pero yo "me hago el loco" muchas veces (Esto es REAL, no película). Tengo que hacerme sensible a la voz de Dios, no puedo ser hipócrita y ocultarle cosas al Padre, eso es IMPOSIBLE y por otra parte, me doy cuenta de que estos hábitos son difíciles de desprender de mi rutina diaria aun cuando me hago consciente de que no son sanos. Pero, si DIOS supuestamente es lo primero en mi vida, soy mentiroso si paso más tiempo en otras cosas. Es como que estos hábitos se apegan a mí y me hacen sentir cómodo, sin que sean afines a Dios. ¿Cómodo aquí en la tierra? Yo soy un peregrino, de nada me sirve hacer tesoros aquí en la tierra.

NVI

1Co 7:29  Lo que quiero decir,  hermanos,  es que nos queda poco tiempo.  De aquí en adelante los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran;
1Co 7:30  los que lloran,  como si no lloraran;  los que se alegran,  como si no se alegraran;  los que compran algo,  como si no lo poseyeran;
1Co 7:31  los que disfrutan de las cosas de este mundo,  como si no disfrutaran de ellas;  porque este mundo,  en su forma actual,  está por desaparecer.
1Co 7:32  Yo preferiría que estuvieran libres de preocupaciones.

¡Dios me mandó a otra cosa!

Dios no es mi pastilla que me hace sentir "happy" cuando toy "down". Ni mi amuleto que resuelve mis problemas. Dios es mi papá que quiere que yo trabaje en su viña, que trabaje mi espíritu.

En aquello que invertimos el tiempo en el día, eso que estamos haciendo ahora, en esto nos convertimos. (Detengámonos y meditemos).
 
Si queremos que Dios nos use, entonces dejemos de hablar de otros, de estar mirando cosas que no nos ayudan, oyendo cosas que nos hacen daño; usemos el tiempo para socorrer a otros, hacer ayuda comunitaria, enseñarnos mutuamente, confesarnos nuestros pecados unos con otros, hacer estudios bíblicos, ver cosas que nos hagan crecer, llenar el vaso con Jesús y sus obras, de lo que Él hizo, de entrega, de perdón y de excelencia.

Desnudémonos delante de Dios, en la manera más sincera reconozcámos que no, que muchísimas veces tenemos claras las cosas que nos hacen daño y "nos hacemos los locos", que lo sabemos, que nos decimos "eso no es nada", que por eso aveces nos llenamos de ira, de envidia, no perdonámos y pensamos mal de otros. En estos detalles no nos parecemos al Jesús que predicamos y muchas veces nos revolcámos en el pecado porque tenemos la cabeza llena de disparates.

Infinidad de hábitos, pensamientos y actos no son pecados, pero nos conducen a ellos. Esto es lo que nos mata poco a poco, darnos tanto permiso de asimilar y permitir la maldad. Alguien me dijo en estos días "El pecado que se tolera, no lo podemos cambiar. Esto es un pecado respetable" (Parafraseado). Creamos costumbres que son dañinas para nuestra salud espiritual y psíquica. No se trata de vivir una vida al filo de la navaja sin pecar, se trata de alejarnos lo más posible del pecado y hacer notar el poder de Dios en nuestras vidas, que haya un impacto en el ambiente que nos rodea. 

No digo que no pequemos, es imposible. Digo que crezcamos, que maduremos. Que revisemos, si de verdad tenemos el poder de Dios en nosotros. Que no es posible que aveces nos peleemos entre nosotros mismos. Si no dejamos el orgullo atrás, estamos PERDIENDO EL TIEMPO delante de Dios.

Amados hermanos, espero que esto les haya servido de algo. Los amo a todos.

Meditemos

"Estar a filo del pecado es estar al borde de un abismo"

José Constanzo

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1. Reina Valera 95. Comentario 31.