006- So Close, So Far

 Hoy en día la mayoría de las personas que tienen casas venden para que en el mismo terreno se construyan edificios. Parecería que ahora estamos más cerca; compartimos casi el mismo espacio, somos una comunidad, Etc. Sin embargo, en gran cantidad de ocasiones, muy poco nos importan los demás. De hecho, salimos con nuestros "amigos" y preferimos alienarnos con un Bb o un Iphone y ni siquiera compartimos con las personas que están a nuestro lado.

Y yo me pregunto, ¿Qué rayos nos pasa?

Es acaso que hemos decidido ocultar nuestra inseguridad en un aparatito electrónico o que sinceramente no nos importa el que comparte la mesa con nostros; ¿Estamos aquí o estamos allá? De hecho, he estado con personas que andan conmigo en un lugar "X" y de 2 horas, 45 Mins. estan en el aparatito.  Otros no pueden hacer nada sin un Ipod en los oídos, es como que la música los transporta a una serie de Tv, se sienten cool y ni se puede hablar con ellos.

¡No olvidemos nuestras raíces! Dios nos creó para compartirlo todo, somos entes sociales, no somos independientes de todo lo que pase, necesitamos a los demás, necesitamos compañía, apoyo, calor humano, afecto, sentir la vida...

¿Cómo ser amigo de Dios si ni siquiera mostramos interés en el que está a nuestro lado?
¿Cómo sentir su presencia si ni siquiera nos percatamos de lo que pasa a nuestro alrededor?
¿Cómo escuchar a Dios si nuestros sentidos siempre están ocupados en cosas vanas?

No digo que no usemos estas cosas, pero ellas no son nuestra vida, son solo herramientas. Hay personas que no pueden siquiera dejar que un cel suene sin contestar, ¡eso tiene caller ID! y no es posible que cada llamada sea una emergencia.

Somos esclavos de la tecnología y nosotros la creamos a ella. Es necesario que meditemos, en serio, que nos sentemos a pensar.

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No es ya extraño ver personas que se mueven por las calles, oprimiendo teclas del teléfono móvil… aún mientras conducen sus autos.  Ya ni siquiera produce risa el que varios amigos se reúnan para comer juntos y disfrutar el uno del otro por un rato y sin embargo, ¡observarlos invertir más del 80% de su tiempo “juntos” tecleando mensajes en su teléfono móvil!

Para muchos las redes sociales son su nuevo universo de relaciones.  El problema es que eso nos aleja más y más de la sensibilidad que como seres humanos fuimos creados para exhibir y desarrollar.  Una red social jamás podrá tocarnos ni abrazarnos, ni realmente hablarnos de corazón a corazón… lo que implica no sólo palabras sino el lenguaje corporal, etc. 
Pero en medio de tan vertiginosos cambios sociales, todavía sigue siendo cierto que Dios nos ama y nos ofrece el único camino para percibir y vivir de acuerdo a la verdadera realidad, la que tiene ancla en la eternidad. 

Atrevámonos a compartir esa esperanza con un mundo cada vez más incomunicados a pesar de sus aparatitos.  Adelante y que el Señor les continúe bendiciendo. 

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Raúl Irigoyen.
El Pensamiento Del Capellán. 

http://www.renuevodeplenitud.com/algo-esta-mal.html 14/09/2010